miércoles, 26 de enero de 2011

¿Cuál es el uso correcto de las TIC?

¿Cuál es el uso correcto de las TIC?

Creo que los tiempos cambian, y que debemos adaptarnos. Durante siglos lo hemos hecho hasta el punto de llegar a ser incluso dependientes, por no decir inútiles en ciertos casos, de esta evolución pero... ¿A qué precio? Todo esto también nos hace vulnerables como por ejemplo cómo hacer la comida si se ha ido la luz y todo es eléctrico o qué hacer si no tenemos electricidad (¿cuántos jóvenes deciden leer un libro o hablar con sus familias?)

Si llevamos esta pequeña reflexión al aula, hemos pasado de la pizarra, el cuaderno y el lápiz a la incorporación de las nuevas tecnologías. Tenemos generaciones de redes sociales en clase, generaciones aún más avanzadas pero también tenemos o podemos tener alumnos que este paso les resulte nuevo e incluso negativo.

¿Cuál es nuestro papel, como profesores, respecto al uso de las TIC en el aula?

¿Cómo podemos darle un buen uso sin llegar a confundir u olvidar nuestro principal objetivo: enseñar?

¿Cuándo y con quién se pueden usar?

¿Cuándo usarlas y cuándo no?

Son preguntas que, quizás muchos obsesionados con las TIC deberían replantearse al igual que aquellos que se niegan a la evolución tecnológica.

Creo que es importante usar y adaptar la enseñanza con las nuevas tecnologías pero no adaptarlo al aula sino a los propios alumnos. El profesor no debe perder su rol. Estamos para enseñar y al igual que el libro, el lápiz o la pizarra, las pizarras electrónicas, las redes sociales o los blogs son tan solo herramientas para ayudar y facilitar al alumno el aprendizaje no para que el profesor trabaje menos.

Muchos profesores, cometen el tremendo error de utilizar las nuevas tecnologías para todo. Para los ejercicios, para las destrezas auditivas y lectoras o incluso para el uso de la oralidad. Otros en cambio tienen un pánico a este uso ya que los alumnos suelen tener mucha más experiencia en este campo y eso puede llegar a asustar así que piensan que con los libros y las fotocopias, se puede enseñar de igual manera como lo hicimos nosotros en el pasado.

No hay que tener miedo a que los alumnos sepan más. El uso de las nuevas tecnologías no se limita a pizarras electrónicas o a usos de vídeos en youtube. Creación de Wikis, redes sociales, grupos de clase en Internet, blogs, el uso de recursos electrónicos como el centro virtual cervantes o la RAE en Internet. Hay miles de recursos que podemos utilizar en clase para enseñar cómo aprender. Los profesores estamos solo unas horas al día o a la semana. No estamos físicamente con ellos cada día. Tienen que aprender a utilizar recursos que les ayude en la vida real. Hoy en día, hay más que el diccionario de bolsillo o la típica guía de conversación. Tenemos móviles con Internet que son ordenadores, tenemos portátiles y mini portátiles. Tenemos traductores online y foros donde preguntar 24 horas. Tenemos lugares donde el alumno puede encontrar un intercambio a miles de kilómetros y hablar de manera gratuita.

Pero no tenemos que olvidar que eso, son herramientas. No podemos olvidar el papel y el bolígrafo porque el alumno aprende entonces a no memorizar. ¿Por qué aprender historia si con un solo clic puedo saber lo que quiero en el momento que desee? ¿Por qué saber sumar o multiplicar si la calculadora lo hace por mí? ¿Por qué ir al cine si puedo ver las películas en Internet? ¿Por qué quedar con mis amigos cuando puedo verlos por videoconferencia y hablarles desde casa?

Las nuevas tecnologías están ahí para hacernos la vida más fácil pero el uso excesivo, puede hacer de las personas, seres asociales, incapaces de relacionarse más allá de un ordenador, seres increíblemente capaces de rastrear y encontrar información pero incapaces de retenerla haciendo que nuestra cabeza se “desentrene”. Necesitamos usar el cerebro porque es un músculo. Si no usamos las piernas, o las manos, un día necesitaremos rehabilitación para poder andar o escribir. Lo mismo pasa con nuestro cerebro.

Aplicando esto aula, seguimos necesitando el papel y el lápiz. Seguimos necesitando los exámenes y hacer que el alumno utilice su cabeza. No podemos olvidar esto nunca. No hay una enseñanza perfecta puesto que cada alumno es diferente. Pero sí existe el profesor perfecto. El profesor perfecto es el que se equivoca, el que aprende cada día, el que se adapta cogiendo lo mejor de cada evolución sin olvidar lo mejor del pasado. Es el que adapta todas las herramientas a sus alumnos y no el que adapta sus alumnos a las herramientas. Tenemos un objetivo y debemos utilizar todo lo que podamos para cumplirlo.

En definitiva, finalizo este artículo recalcando que no debemos olvidar la enseñanza tradicional ni rechazar lo “moderno”. Debemos adaptarnos para cumplir nuestro objetivo no para hacernos las clases más fáciles. Debemos trabajar y pensar en el alumno cada vez que usemos una herramienta. Debemos saber estar al día y para ello debemos aprender a usar estos recursos. Pero no debemos olvidar nunca que el uso de la cabeza es imprescindible y que debemos ejercitarla. Y el excesivo uso de las TIC, puede ayudar que esos alumnos “zombies” de los que hablábamos antes, sean incapaces de aprender correctamente el idioma pero el escaso o nulo uso de las TIC, puede hacer que sea el profesor quien sea incapaz de comunicar ergo de enseñar. Los tiempos cambian, las generaciones cambian. En definitiva todo cambia. Nuestro trabajo es saber ver ese cambio y adaptarlo a la enseñanza pero siempre, sin olvidar nunca nuestro rol de profesor.

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2 comentarios:

  1. Muy interesante Tere, yo creo que Las Tic son herramientas del conocimiento y no una moda, como dicen algunos...deben ser un recurso más para la educación, pero no el único.

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